1.- Festival de Verano a contrapelo en León

Los jaloneos en la Feria de León están lejos de terminar. Este fin de semana, en una jugada completamente tomada por la libre, se difundió la supuesta confirmación de la segunda edición de la Feria de Verano pero no a partir de un anuncio oficial; fue a través de un portal improvisado para captar expositores.

Sin previo aviso y desconocimiento del Ayuntamiento, los funcionarios del Patronato de la Feria Estatal de León, ahora presidido en su consejo por el empresario David Novoa Toscano, bajaron el sitio oficial de la Feria Estatal para dar paso a uno con la dirección asignada por el área de comercialización.

El movimiento fue hábilmente filtrado a medios de comunicación como si se tratara de la oficialización del evento que en 2021 gestó el expresidente del consejo, Juan Carlos Muñoz Márquez y su entonces directora general, Guadalupe Robles León, quienes heredaron al actual subdirector comercial, David Ayala Saucedo.

Por supuesto, la jugada agarró descolocado al gobierno de la alcaldesa Alejandra Gutiérrez Campos, quien resistente a seguir con los resabios heredados por Muñoz Márquez, pero disciplinada al gobierno estatal, aparentemente cedió a la organización de esta edición veraniega pero con el mote de ‘festival’, aún sin socializarlo abiertamente.

Aquí tenemos el resultado. Un ‘Festival de Verano’ que al parecer arrancará el 29 de julio y durará apenas 17 días sin contar al momento con una campaña de difusión formal, luego de tres meses de dudas y estirones internos con el relevo en el consejo del Patronato.

Por ahora, la página de comercialización montada para estos efectos no ofrece más que la plataforma de inscripción para los interesados en pagar un stand, labor que parece difícil pues no se cuenta todavía con un mapeo de su localización y mucho menos pormenores de sus eventos.

Lo que es una realidad, es que estas medidas salomónicas entre trabar al contrario y obedecer a la figura que lo apadrina, parece marcar la post crisis en las relaciones del gobierno local con una de sus principales paramunicipales, la cual requiere -a juzgar por los hechos- de un seguimiento mucho más cercano de parte de sus nuevas cabezas.

La Feria de León

Ver nota: Buscan añadir a los beneficiarios de Mi Impulso al Pase Verde de León

2.- En San Diego, terrenos que van y vienen

Los atrasos en los grandes proyectos federales parecen abrir los vacíos que ahora son propicios para los infiernillos locales. Si estos salieran adelante en tiempo y forma, no encontrarían estos nuevos obstáculos.

Tal es el caso de San Diego de la Unión, donde el alcalde Juan Carlos Castillo Cantero dio al traste con el terreno que la administración anterior que encabezó el panista Diego Alberto Leyva Merino, había adquirido para ampliar la Universidad Benito Juárez en el ejido El Catalán.

Desde 2019, las actividades de este nuevo centro educativo de corte federal iniciaron en planteles provisionales que al paso de dos años, requirieron de una construcción seria que les diera cabida. Fue en esa coyuntura que se adquirió un predio para darle ampliación.

Al final, la inacción motivó esta nueva intriga que tuvo verificativo el pasado 17 de mayo, al lograr los siete votos necesarios para echar marcha atrás con la donación del terreno de 7 mil 500 metros cuadrados, para darle luz verde a un proyecto inmobiliario ideado por la empresa United Realtors y Constructores de México S. A. de C. V.

La constructora representada por Marcelino Villaseñor adquirió el terreno en un millón 80 mil pesos, para desarrollar casas que, según se indicó, costarán 390 mil pesos las primeras y 480 mil pesos las de la segunda etapa que, no obstante su precio, no dejan de ser un negociazo.

Ahora mismo esta medida ya es criticada en redes sociales y no dejará de ser oportunidad para los refuegos vivos entre los afines y opositores al alcalde, que la verdad pudieron evitarse si el proyecto de la universidad se hubiera agilizado en orden. Al seguir en propiedad del Municipio, este dispone.

Curiosamente, hay otro caso en San Miguel Octopan, comunidad de Celaya, donde el delegado Félix Maldonado hace coperacha para adquirir un predio para el Banco del Bienestar, que a decir de coordinador regional de programas federales, Gerardo Sierra Ríos, está proyectado pero no se sabe en qué condiciones.

Vaya contrastes cuando las estructuras para los gobiernos federales requieren la voluntad de los gobiernos locales, o de plano de algún benefactor. Sin orden, se pierden entre la disposición o la cerrazón.

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Ver nota: San Diego: Universidad Benito Juárez se queda sin terreno; municipio lo vende a privados

3.- Cortazar: los desquites de Ariel

En una decisión que parece obrar más en contra que a favor de las urgencias intempestivas en el Municipio, el gobierno de Ariel Corona Rodríguez cortó todo apoyo a la Cruz Roja Mexicana en Cortazar, al endilgarle la responsabilidad de la muerte de un paciente que requería un traslado urgente.

La trama de este trágico hecho evidencia la descoordinación con una institución de corte humanitario y las enredadas burocracias locales.

Resulta que la falta de atención a un paciente de 54 años, derivó en su muerte el pasado viernes 27 de mayo. Solicitaron la atención de una ambulancia en la colonia Nuevo San Francisco, pues presentaba dolor abdominal y vómito. Los síntomas se intensificaron hasta que perdió la vida.

La Cruz Roja en Cortazar sólo cuenta con una ambulancia, al cual se encontraba ocupada auxiliando a una persona diabética en Cerrito Colorado. Por ello se pidió el apoyo de Protección Civil que nunca llegó, al argumentar que había sospecha de Covid.

Sin una investigación previa, el gobierno municipal decidió cortar el hilo por lo más delgado y suspender el recurso mensual que sirve para darle uso a la ambulancia. Es decir, se pierde una unidad para las emergencias que ocurran en el municipio.

La presidenta del Consejo de la Cruz Roja en Cortazar, Patricia Ojeda, es quien ha hecho notar estas medidas del alcalde que más allá de sumar, inmovilizan a una institución que depende de la voluntad de las instituciones públicas y privadas para operar en la localidad; es en buena medida la aliada cercana para intervenir en las emergencias.

Aquí es donde la visión de la burocracia acostumbrada al erario, puede perder contacto con la realidad que lidia con las carencias y las vicisitudes de la necesaria coordinación interinstitucional.

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Ver nota: Cruz Roja para en Cortazar; municipio les quita apoyo tras supuesta negligencia

“¡Adiós fotógrafos!”, advirtió el alcalde de Guanajuato capital ante la disputa entre prestadores de servicios y la propietaria de un balcón del Callejón del Beso.

Alejandro Navarro Saldaña manifestó su apoyo a Norma Gámez, señalada por clausurar uno de los puntos más visitados de la ciudad. Y señalada también por abrir su propio negocio de fotografía sin autorización, pero eso lo pasó por alto el alcalde.

Navarro prometió este lunes un reglamento al que promotores, guías, fotógrafos y todo gremio vinculado al turismo tendrá que ajustarse, o en caso contrario “adiós”.

Sin embargo, desde su anterior administración dicha normativa está en ‘veremos’. En julio de 2021 se hablaba de uniformar a los guías y pedir apoyo a Movilidad estatal para supervisarlos en los accesos a la ciudad; a casi un año esto no ha sucedido.

Diversos episodios empañan la vocación turística de Guanajuato.

En marzo del año pasado, decenas de ciudadanas que fueron víctimas de acoso por parte de trabajadores del gremio, recolectaron firmas capacitarlos en violencia de género.

En mayo, el intenso operativo de revisión a los integrantes de las estudiantinas generó controversia entre foráneos y locales.

Fuera de control, así es como operan los servicios en torno al rubro que mayor derrama económica genera a la capital del estado. Malos manejos en boletajes, acuerdos entre promotores y vendedores de artesanías, recorridos que no se cumplen, precios fuera de lo acordado, son problemas que viene arrastrando el gobierno capitalino desde hace años.

“Vamos a ver qué facultades tiene el gobierno municipal”, dice Alejandro Navarro, aún sopesando la necesidad de un reglamento que meta en cintura a “los que se quieren pasar de vivos”.

Mientras tanto, ¿qué imagen muestra Guanajuato al turismo? El caos.